martes, 6 de noviembre de 2012

Las tortillas del delito


Cuándo: Domingo 4 de Noviembre, 11 de la mañana, un calor… 

Dónde: Urbanización Wellington Mews, en la piscina.
Qué: Concurso Internacional de Tortillas de Patata. 

Dos categorías: 
- Tortilla de patata española "de toda la vida", con patatas, huevos y cebolla.
- Tortilla especial, con total libertad imaginativa para los participantes. 



Las candidatas, a punto.

Yo, en el jurado (representando a España, y como último en llegar a India, el más imparcial). Junto con Brendon (Nueva Zelanda), Sarah (USA), Bruno (Mozambique) y Charlie (UK). Nos faltó un indio que no pudo venir para cubrir el continente asiático.

El jurado

A concurso, 6 tortillas normales y 4 especiales, si no recuerdo mal. Puntuamos sabor y presentación de cada una, suma de puntos, y obtenemos ganadores. Hay tortillas realmente buenas, aunque ninguna como la de mi padre, para qué nos vamos a engañar.

Primer punto reseñable. El concurso de tortilla española lo gana… una india!!! Y estuvimos todos de acuerdo en ello, no hicieron falta sobornos ni favores de ninguna índole.

El público, expectante (y con hambre)

También a comentar, los asistentes que no llevaran tortilla tenían que llevar algo más, llámalo unas cervezas, algo de embutido, algo de pan… asín que había de todo vaya.

Y sobretodo a las cervezas os remito.
Un rato después de celebrar el concurso en sí, estando todos comiendo, charlando… vemos que hay un par de indios haciéndonos fotos desde varios sitios. Nos había venido el de seguridad a decir que no montáramos jaleo y demás, lo cual no estábamos haciendo. No parecíamos españoles, ¡qué tranquilidad!, ¡qué gentuza!

Pues no contentos con ello, al rato vienen 3 policías. 
Razones alegadas: no se puede beber alcohol ahí, y los que no sean de la urbanización no se pueden bañar en la piscina. 
Razones reales: a un vecino le picaba la envidia de no haber sido invitado, y a tocar las pelotas un poco, que es barato.

Nada más llegar los policías logramos que uno se llevara la mayoría de las cervezas en un par de cubos a una de las casas, pero había más por ahí y las vieron de todas formas. Todos agrupados al lado de la piscina, y los policías sin dejarnos movernos de allí, si alguien caminaba hacia las casas o algo nos obligaban a quedarnos ahí. 
En nuestro grupo había dos indios que fueron los que hicieron la mayor parte de la negociación, dado que los policías hablaban un inglés más bien escaso. 

Tras un rato así, al parecer había denuncia por parte del vecino… y vimos aparecer otros 10 policías o así, con un furgón!
Sí, venían con intención de llevarnos al calabozo. 

El arma del delito

¿Cómo se soluciona esto en la India?
Siguió la negociación. Los policías convencieron al vecino de quitar la denuncia. A cambio de eso, soborno que te crió, dinerito negro, y aquí no ha pasado nada. Totalmente peliculero, pero vivido en primera persona. Y aquí viene lo bueno. Nos pidieron 2000 rupias, a juntar entre todos (éramos unos 20 al menos). Eso qué es, menos de 30 euros… así que a cada uno nos salió a poco más de un euro el soborno.

Por lo que me contaron, un policía puede que cobre unas 12,000 rupias al mes o cosa así, luego para ellos eso es dinero.

Una sociedad por desarrollar, una mezcla inconexa de la más absoluta miseria con lujos del primer mundo. Descontrol, total.

2 comentarios:

  1. Vives dentro de una peli...

    ResponderEliminar
  2. Impresionante documento! Parece sacado de una película de Tarantino.
    Cuidate primo y recuerda llevar siempre en el bolso rupias para los sobornos. Un abrazo

    ResponderEliminar