jueves, 15 de noviembre de 2012

Diwali Holidays: VIAJE DE IDA

Se presentaban unas vacaciones prometedoras. Goa, destino turístico playero por excelencia. Desde Pune, pasaríamos la noche en un autobús con camas para llegar allí. Unas 10 horas. Podéis ver una foto malucha del bus. Para haceros mejor idea, un pasillo central de la anchura de mis hombros, poco más. A cada lado, literas, dos alturas de camas. Pero, ahora viene lo mejor. En cada cama iban ¡dos personas! 


Miento, eso no era lo mejor. Como llegué el último me cogieron el billete el último. Éramos impares, lo cual nos lleva a que yo iba solo en una litera. Claro, sólo... a no ser que alguien hubiera comprado el "hueco" de mi lado. Asín que para ir a Goa pase la noche con un alemán de metro noventa. No podía haberlo comprado una alemana no... Aun así, mejor eso que algún indio de calcetines sucios como el que había en la última litera (y resalto lo de los calcetines porque... JO-DER). 
Sumando la situación y comodidades del bus a los baches y carreteras indios, dormir fue imposible. Creo que una hora logré pegar ojo en todo el trayecto.

Bajarse del bus es otra aventura. Los taxistas y similares se arremolinan en la puerta para avasallar a los turistas que bajamos del bus. Pero literalmente, casi no te dejan salir por la puerta mientras insisten "Taxi?, Taxi?, Hotel?, Where you go?, Taxi?". Para mearse.

Ah, hablando de mearse. Cuando el bus paraba, nos avisaban de las formas más sutiles. De repente daban las luces, y uno del bus empezaba a recorrerlo dando golpes en las paredes y gritando con todas sus fuerzas y acento indio "Hoootel!! Hoootel!!". Qué olores en los baños de la "estación-de-servicio-HOOOOTEL", nauseabundo. 

Cansados y con ganas de una buena ducha, cogimos un taxi que nos dirige al hotel: Villa Theresa Beach Resort. Continuará...

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