lunes, 25 de marzo de 2013

Tarde redonda... con picos

El día iba bien, normal, sin sucesos reseñables.

Llega la hora de huir del curro. Antes de arrancar la moto, como me explicaron, agito la moto para ver que tiene gasolina. Suena líquido dentro. Ya de ahí a saber calcular cuánta, o si la necesaria para llegar a casa... no tengo el oído tan fino, la verdá.

Salgo, y a los... 15 minutos, la moto se para. Acabóse lo que se daba. ¿Gasolineras cerca? No demasiado. ¿Puntilla? Sí, por favor. Se me había olvidado la cartera en casa, ergo no tenía un duro.
Llamo a mi jefe, dado que aun no estaba muy lejos de la oficina. Le explico. Supongo que se aguanta la risa. Swapnali, una compañera, va a salir ahora, así que va a pasar por una gasolinera a ver si le dan un poco en una botella, y a buscarme. Espero casi media hora de pie, al lado de la moto, abandonado en mitad de ninguna parte. Pasan un par de búfalos, los saludo.

Finalmente llega mi compi, con un poco de gasolina en una botella. Lo echo. La moto ahora tarda como 5 minutos en arrancar ya que el contacto está un poco chuchurrío y no hace mucho caso. Me deja algo más de dinero para llenar más el depósito. Logro arrancar y voy a la gasolinera, para luego seguir camino a casa.

10 minutos más adelante, paso un semáforo, en verde, salvo que me acabe de hacer daltónico de repente. Al otro lado del cruce hay un policía que se levanta y viene en mi dirección, mano levantada, para que me pare. ¿Qué hago yo? Reducir un poco, pero un poco, y pasar de largo. Le oigo que dice algo, pero desde luego no va a intentar seguirme ni nada, ¡eso cansa!

Llego a casa una hora después de lo que debería. Descanso unos minutos y salgo de nuevo a comprar unas cosas que necesito (frigo vacío). Llego a Koregaon Park (a 5-10 minutos de mi casa), me acerco a un par de tiendas, y ¡veo que están todas cerradas! Al parecer los 25 de cada mes muchas tiendas cierran por noséqué huevos. Encuentro otra que está abierta, de las que son un poco más de delicatessen, cosas importadas, en otras palabras, caras. Entro. Cojo lo que necesito. Casi, no tienen huevos. Mi desayuno sin huevos no es el mismo, ya veis cómo me ha ido el día hoy por no desayunar en condiciones...

Voy a otra tienda, tampoco. De vuelta a casa veo otro par de tiendas y esas sí están abiertas. Ya paso, que les den. De nuevo en casa, quiero ir al gym un rato. Pero al subir en el ascensor oigo el ruido que hace la máquina fumigadora que usan de vez en cuando. Llenan el edificio de un gas blanco que apesta para matar mosquitos... cuando está eso, ir al gimnasio es inviable. Otra cosa que sale bien.

Finalmente decido pedir la cena a domicilio, no salgo de nuevo en moto, fijo que me caigo o me abduce un OVNI. El pedido que hago por internet no acepta mi tarjeta, así que me va a tocar pagar en cash. Vale, esta última es más pijada, pero amontonadas...

Y aquí estoy, esperando mi cena. Y la comida de mañana, que he aprovechado para pedir también.
Aaaaalma ahí.

Y tan contento.

1 comentario:

  1. Jajajajajajaja. De verdad que intento poner cara de triste porque realmente lo que te ha pasado es para ponerte modo: hdbsjsjbdaujgdiabdkabhdiahdih, pero es que es imposible no reírse y más por como lo describes xD

    Esperemos que ya no te pase nada más. Yo, mientras me río, cruzo los dedos por ti; en serio, los he cruzado, no vaya a ser...

    ^^

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