Último viaje: Delhi

Ahora sí que último y final.

Acabamos en la capital, suena apropiado. Nueva Delhi. También Vieja Delhi, como veréis más abajo. 

Primera impresión, es una ciudad más... "más ciudad", muchas zonas con carreteras más amplias, algo más limpias, zonas verdes. Manteniendo el mismo caos, nos os creáis que... 

Mi visita, unas cuantas escapadas en los ratos libres entre los viajes a Varanasi, Agra, y los ratos en la oficina de nuestra empresa.

Aquí estamos los fantásticos en la oficina. Con Zuriñe y Shivam, nuestro compañero indio fijo en la sede capitalina. Un crack de chaval, con su toque de "chulería" típico de la juventud india, pero bañado con una humildad y cultura general poco habituales. Un placer.

El "Lotus Temple" (o Templo del Loto, terminado en 1986). Cerca de nuestra oficina encuentro este templo. Se trata de una "Casa de Adoración Bahá'ís", abierto para personas de cualquier creencia. Las leyes Bahá'ís indican que estas casas han de ser un lugar para que la gente de todas las religiones se una para adorar a Dios. 

Por dentro, como veis, únicamente bancos, nada más. 

De allí me fui al completo Qutb (comúnmente conocido como Qutab Minar). Un complejo de edificios y monumentos considerados patrimonio de la humanidad. Decir que fue lo que más me gustó de Delhi. Para justificarme, unas pruebas:

Qutab Minar en es realidad ese minarete, la pieza más famosa del complejo. Pero hoy en día se conoce con ese nombre a todo el complejo.

Colegio y tumba de Alauddin Khalji.

El detalle de las columnas, fantástico.

Me encanta el efecto de mi parasol.

Un loro precioso adornando la ventana.

La tumba de Dumbledore.

Otra tarde, nuestros pasos nos llevaron hasta Old Delhi (Viejo Delhi). Esto es la India pura y dura. Calles estrechas en su mayoría, siempre abarrotadas, motos, rickshaws, coches, bicis, gente, más gente. Agobio en su máxima expresión si no vas preparado. 

El famoso Red Fort (Fuerte Rojo), tras varios intentos de foto. Era bastante de noche ya, estaba cerrado (aunque me dijeron que por dentro tampoco era gran cosa). Zuri con cara de susto.

                    

Vaya par de modelos, siempre elegantes y estupendos.